viernes, 21 de diciembre de 2018

FOTOGRAFÍAS DE NÉSTOR VÉLIZ CATALÁN



Néstor Véliz Catalán

Ciudad de Guatemala  (1979), Profesorado en Historia y Ciencias Sociales, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos  (2006), Licenciatura en Historia (2007-2009), Licenciatura en la Enseñanza de la Historia (2015-2016).
Contacto: andasolos@gmail.com 



Título: Rememorando a los que vieron a Cristo cargar la Cruz,
los palestinos de Candelaria
Lugar: Interior de la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria,
Ciudad de Guatemala.
Autor: Néstor Véliz Catalán
Fecha: 29 de noviembre de 2017
Descripción: Esta escena pertenece a una velación de la imagen de Jesús Nazareno de Candelaria, una imagen procesionada todos los Jueves Santos.  Esta procesión es la más extensa de la Semana Santa guatemalteca, su recorrido dura más de 18 horas.  Los cargadores se visten para la ocasión con un traje que busca semejanza con los que se asume, vestían los judíos jerosolimitanos en aquella primera Pasión.  Como puede verse, el pañuelo que cubre su cabeza y el vestido largo se ciñen de la forma en que lo realizaron hace más de dos mil años.




Título: Antes muñecos, después el Diablo listo para ser
quemado el 7 de Diciembre
Lugar: Calle que delimita las colonias Mario Martínez de Lejarza y
Bethania zona 7 ciudad de Guatemala.
Autor: Néstor Véliz Catalán
Fecha: 7 de diciembre de 2017
Descripción: Un día antes de la fiesta de la Virgen de Concepción, los católicos proceden a la “Quema del Diablo”, un ritual en el que se le pretende “sacar” de las viviendas toda influencia maligna por medio de rezos, aspersiones de agua bendita y quema de artículos personales viejos, caducos y en desuso.  La tradición asocia, desde hace siglos,  a la figura de Satanás  lo viejo e inútil la mala suerte, enfermedades y sufrimientos.   Existe una leyenda que establece una relación entre un viaje que la Virgen de Concepción realiza por el mundo en la antesala de su fiesta, en el que las fogatas “iluminan” a las almas en pena para que puedan ascender con ella al cielo.  Recientemente, se incorpora la sátira política a las “Quemas” y se realizan muñecos que representan figuras públicas acusadas de corrupción para que ocupen el lugar del Diablo.  Esta imagen capturó el momento en que los muñecos se encuentran cubiertos por tela roja para ser quemados a las 6 de la tarde.




Título: Humo, Humo, Humo… Donde hubo fuego, cenizas quedan…
aquí acaban de quemar  al Diablo
Lugar: Calle Principal de la colonia Bethania zona 7, ciudad de Guatemala. 
Autor: Néstor Véliz Catalán
Fecha: 7 de diciembre de 2018
Descripción: La moderna “Quema del Diablo” en áreas urbanas, se realiza sin mayores rituales ni ceremonias.  A pesar de ello, sigue muy presente en el imaginario de católicos practicantes y con orientación tradicionalista, lo que garantiza se reactualice cada año. En escena, una fogata en extinción en la que, siguiendo la tradición, se “quemó” al Diablo.  La misma era observada por dos hombres adultos, de ellos, uno de edad avanzada observó la quema indiferente, como ausente, quizá realizando, en su interior, un balance comparativo entre las “quemas” que vio  y en las que participó en la cada vez más lejana niñez y juventud y esta, la realizada en una noche de luna de diciembre de 2017.




Título: (…) observando apaciblemente el humo que dejó  el Diablo,
quemado hace minutos  en la calle...
Lugar: Calle Principal de la colonia Bethania zona 7, ciudad de Guatemala. 
Autor: Néstor Véliz Catalán
Fecha: 7 de diciembre de 2018
Descripción: La calma ha devenido después de que, conforme la tradición, se ha “quemado al Diablo”.  En la ciudad de Guatemala y otras poblaciones, se acostumbra quemar cohetillos, bombas pirotécnicas y otros artefactos explosivos a las seis de la tarde, tal como se asume que es la hora en que el Diablo ha sido “sacado” de las casas.  Dos hombres mayores han contemplado la “quema”.  El fotógrafo es testigo a posteriori, puesto que, cuando se hace presente, todo ha concluido.  La más leve señal de fuego se ha extinguido y solamente queda el humo como testimonio de lo ocurrido.  El más joven de ambos participantes-observadores, participa en los preparativos para la limpieza de la calle.  Ha sido una “quema” discreta, presumiblemente sin rezos, alegorías, tristeza o alegría.  La noche citadina ha guardado el eco de los cohetes y el crepitar de las llamas.  Otro 7 de diciembre más. Tiempo de reflexión, de preguntas al interior  ¿Podremos quemar al Diablo el año que viene?

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SERIE DE SEIS FOTOGRAFÍAS

Estas fotografías son todas del Jueves Santo, un día muy importante para la liturgia católica.  Siempre el tema fundamental es la procesión del Jesús Nazareno de la Parroquia de nuestra Señora de Candelaria, que procesiona en la ciudad capital por más de 17 horas.  Los vecinos de una de las calles cercanas a la antigua Calle Real, hoy 6a. Avenida, en inmediaciones del antiguo edificio de Correos y Telégrafos, alrededor de las 3 de la tarde fueron captados elaborando alfombras de aserrín, flores y otros adornos.  Estas son escenas de la calle 12, en las cuales lo fieles elaboran alfombras por donde pasaría, a eso de las 9:30 de la noche, Cristo Rey ese 18 de abril de 2019. Las procesiones, en el centro histórico de esta urbe tienen una gran tradición ornamental que se expresa en la ejecución de alfombras, donde se encuentra un mestizaje cultural entre la influencia andaluza y canaria y prehispánica, produciendo diseños en los que lo litúrgico cede paso a la creatividad y dedicación de actores improvisados, anónimos, pero motivados por la fe, creyentes en un Dios que, no podrá ser el que creo yo, en el que crees tú o en el que creen otros, pero está en ellos, en sus sentimientos, evocaciones  y subjetividades...